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 Humane y Fundación Acción Solidaria dignifican la labor de los recicladores

 


El pasado sábado 6 de marzo, se realizó la donación de trajes de bioseguridad a 25 personas entre hombres y mujeres que trabajan como recicladores en diferentes zonas de Guayaquil.

La actividad forma parte del proyecto “Buenas Prácticas de Reciclaje e Innovación Ambiental” , desarrollado por la Fundación Acción Solidaria, y en el cual participaron estudiantes del último semestre de la carrera de Administración de Empresas de Humane, como parte de su compromiso de Vinculación Social.

Este grupo de recicladores, en situación de vulnerabilidad y pobreza extrema, fueron beneficiados con este proyecto, y recibieron durante aproximadamente cuatro meses, formación en temas de desarrollo humano y capacitaciones técnicas sobre la importancia del reciclaje, el manejo adecuado de la basura y cuidados personales, algo muy importante para poder prevenir todas las enfermedades a las que están expuestos en su ámbito de trabajo.

El traje que recibieron les permitirá trabajar en condiciones más seguras, sin embargo, tiene un significado más grande para ellos, al llevar el nombre de “Recicladores Comunitarios”. Si bien todavía no son una asociación, este gesto los dignifica sintiéndose parte de una comunidad y con el uniforme serán considerados y respetados en la calle.

 


“Lo que hemos querido hacer es tratarlos como personas, ayudarlos a que tomen conciencia de su dignidad, de su valor como persona y como hijos de Dios; en un ambiente de alegría al cual no están acostumbrados porque en la calle se sienten rechazados”, cuenta Elkin Fernández, miembro de la comunidad Sodalicio de Vida Cristiana (SCV) y responsable del proyecto en la fundación. 

Juan Carlos Bohórquez, unos de los recicladores beneficiados, compartía su testimonio: “En primer lugar le doy gracias a Dios y a todo el lindo grupo que hace posible este proyecto, es algo muy bonito porque con esto vamos hacer reconocidos, identificados y respetados. Esto es una familia para mí, todos son unos excelentes profesionales. Nos han enseñado muchas cosas, a tener más cuidado, a abrir bien las fundas y no romperlas como hacen otras personas, a tener alcohol siempre y lavarnos las manos constantemente. Ahora nos sentimos más preparados, equipados y capacitados para realizar nuestro trabajo”.

Los estudiantes de Humane han aceptado el desafío de ayudar de manera creativa a que estas personas puedan aumentar sus ingresos y mejorar su calidad de vida. Por eso han desarrollado varias ideas, una de ellas es conseguir que algunas ciudadelas del norte de la ciudad se organicen y reciclen, y que todo lo que recolecten pueda ser entregado a este grupo.

Madelanie Rivera, estudiante de Humane que participa en el proyecto comentaba “cuando uno hace este tipo de proyectos sociales, siempre piensa que va a enseñar cosas, pero siempre es uno el que aprende más de ellos. Como estudiante tengo lema de que si tu profesión no sirve para servir entonces no sirve; pienso que sea lo que sea que estudies tiene que tener un componente de responsabilidad social y que sirva para ayudar a la sociedad, como persona siempre me ha gustado servir, y ayudar al prójimo es algo que disfruto mucho”.

En las próximas semanas una empresa privada donará triciclos para ellos, evitándoles cargar todo lo que reciclan sobre sus hombros, mejorando su movilidad y capacidad de reciclar, el cual será un gran beneficio para su salud y aumento en sus ingresos.