La situación política de muchos de nuestros países latinoamericanos genera en nosotros fuerte incertidumbre e inseguridad. En estas semanas hemos presenciado en el Ecuador momentos de tensión, frustración y miedo que en algunos casos nos ha podido llevar a la parálisis.

Muchos negocios y pequeños emprendimientos han sufrido de sobremanera por la inestabilidad política y de seguridad del país. Eso no está bajo nuestro control. Sin embargo, si a eso le sumamos nuestra propia parálisis el problema podría ser más grave.

¿Cómo no caer en actitudes estáticas y de parálisis? 

Gestionar la incertidumbre es una competencia necesaria para un tiempo así. Y esto va de la mano de una actitud resiliente. Para poder salir adelante se necesita aprender a soportar con entereza los vientos en contra y gestionar las emociones negativas que una situación frustrante nos genera. Si uno se paraliza sólo verá el vaso medio vacío y se concentrará en los elementos negativos que una situación así genera. Sin embargo ante un estado de crisis y un supuesto callejón sin salida siempre hay opciones de salida.

Siempre me repito a mí mismo y también se lo digo a mis estudiantes en clase: “Lo único que no tiene solución es la muerte”. Sin embargo aún en ese contexto, desde la perspectiva cristiana, la muerte es sólo un paso a una mejor vida. Por lo tanto, podríamos pensar que todo tiene solución. Eso quiere decir que un problema podría ser una oportunidad dependiendo del ángulo desde donde lo miremos.

Algunos consejos para generar resiliencia en momentos de incertidumbre:

1.- Una crisis o un fracaso puede ser el momento para empezar de nuevo, para tirar una vez más los dados. Es el momento de ser flexibles y abrirse a la innovación. Los países que sufrieron la segunda guerra mundial como Alemania, Japón y muchos países europeos mostraron una gran resiliencia en medio del sufrimiento y el dolor; y ahora son consideradas potencias económicas mundiales.

2.- Cuando los escenarios se mueven o cambian de pronto es el momento para que mi emprendimiento o negocio gire hacia otro lado. Un líder resiliente es capaz de visualizar escenarios diferentes y alternativos ante la posibilidad de que lo previamente planeado no resulte. Si uno se queda en  lo que ha perdido podría no ver las oportunidades que se abren.

3.- Una vez evaluado y analizado el panorama es necesario tomar decisiones en los momentos adecuados. Los planes alternativos deben ponerse en práctica y plasmarse en acciones concretas.