¿Somos esclavos de nuestros caprichos emocionales en el trabajo?

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No sólo las personas pueden ser tiranos con otras personas. Existe también la tiranía emocional. Las emociones pueden ejercer un poder sobre nosotros y gobernar nuestra vida de manera arbitraria y pueden ser tan fuertes e incontrolables, que algunos sienten que su vida se mueve como una veleta con el viento.

 

En el trabajo podría sucedernos que la tiranía emocional nos tenga controlados(a). Entre las muchas manifestaciones de esta tiranía está que comienzas a hacer sólo lo que te agrada y gusta y dejas de hacer lo que te desagrada o disgusta. Sin embargo les tengo que dar una mala noticia. La vida es un camino largo en donde tenemos que hacer muchas cosas que no nos gustan y otras que nos gustan. Esto es inevitable.

 

El problema surge cuando nos habituamos sólo a elegir lo que nos gusta. Y si esto se convierte en un comportamiento usual, entonces les quiero avisar que la vamos a pasar mal. Ejemplos de esto hay millones. ¿No les ha tocado en algún momento trabajar con alguien que les cae mal? Si normalmente prefieres evitar un trabajo importante porque tienes que trabajar con alguien que no toleras, les puedo aconsejar que se revisen a ver si están siendo dominados por un simple sentimiento de desagrado.

 

En algunos casos podemos estar frustrados o incluso he escuchado a varios decir que odian su trabajo o que no les gusta lo que hacen. Ante esto solemos decir que solamente hay dos caminos frente a esta situación: luchar contra la frustración o huir y salir corriendo. Adam Grant es un psicólogo organizacional que se dedica a través de la ciencia a buscar la manera de hacer que el trabajo no sea una experiencia horrible. Él afirma que la frustración puede ser una fuerza muy poderosa para reaccionar por medio de la innovación. Dirá que la frustración puede ser una energía, que en lugar de ser destructiva, puede ser muy poderosa y motor de creatividad. Aquí tenemos un ejemplo muy elocuente de cómo una emoción negativa puede convertirse en un recurso potente de mejoramiento y crecimiento. Por lo tanto no todas las cosas que te desagradan son malas en sí mismas.

 

Las personas solemos sentirnos atraídas por las metas altas y exigentes. Es lo normal. Nadie quiere triunfos sencillos. Este camino exige de nosotros disciplina y esfuerzo. Aprender a hacer cosas que nos gustan y otras que no. Aprendamos desde ahora a que no sea nuestro capricho emocional quien gobierne nuestra vida. 

 

 

Ver GRANT, Adam. No desesperes si odias tu trabajo: puede ser un camino a la innovación. The New York Times. Tomado de https://www.nytimes.com/es/2019/03/13/insatisfaccion-en-el-trabajo/

Imagen de Odoo y bloque de texto


Psic. José Alfredo Cabrera Guerra
Main Coach en Humane Escuela de Negocios.
Comisionado del Comité de Formación de Humane Escuela de Negocios.