El título de este post puede parecer obvio. ¡Pero no importa!, siempre es bueno recordar lo obvio. ¿Acaso no les ha pasado que no vemos cosas que están en nuestras narices? O suele suceder que lo más obvio puede ser lo que más olvidemos.

 

El primer paso para el desarrollo y la mejora de uno mismo es DESEAR CAMBIAR. Yo no sé ustedes, pero yo cuando deseo algo, no paro hasta conseguirlo. El deseo de cambiar para mejorar requiere de un deseo irrefrenable por tratar de ser mejor cada día. De poder ofrecerme a mí mismo y a los demás, la mejor versión de mi ser.

¡Ponte a prueba! ¿Tienes en este momento algún defecto o vicio que hace tiempo quieres cambiar, pero no puedes salir de él? Lo que te pido es que te propongas para el día siguiente el mínimo cambio que puedas dar. No importa el tamaño del paso, lo importante es que te muevas del lugar en el que estás. Si no lo haces y buscas excusas y justificaciones puede ser porque tu deseo de cambio es más palabras que realidad.

Cambiar y mejorar es desear ser distinto. Para mejorar hay que desear mejorar. Para ello te propongo lo siguiente:

 

Sé responsable con tu vida: hazte responsable de los años que vivirás. No pienses que los demás o las circunstancias son los que te están impidiendo tu desarrollo. Asume la responsabilidad de tu propia existencia.

Dale un sentido a tu vida: encuentra un porqué en tu existencia. ¿Está tu vida al servicio de grandes ideales? Mientras más grandes sean tus ideales, más energía y fuerza se movilizarán en ti para alcanzar la meta.

Realiza un examen de ti mismo: para ver qué es lo que quieres cambiar o mejorar.

Ponte en camino: al tener un porqué encontrarás el cómo y podrás empezar a andar.

Rodéate de las personas correctas, de las personas que te impulsen hacia la consecución de tus metas.

Renuévate todos los días en buscar siempre lo mejor para ti y los demás.