Hoy en día afirmar que nos necesitamos unos a otros puede sonar a herejía. Vivimos en la época de la autoafirmación, autoestima y la autonomía. No se recomienda depender de nadie. Todos quieren ser independientes en todo el sentido de la palabra.

Lorna Davis,  en su conferencia TED titulada "A guide to collaborative leadership" afirma que hoy en día se necesitan líderes interdependientes que tengan una conciencia clara que para encontrar respuestas válidas e importantes se necesita de la colaboración y aporte de todos. Ella asegura que “la idea de que una sola persona tiene la respuesta es absurda. Es inútil y peligroso”. Además insiste que es mucho mejor declarar ante el equipo los objetivos antes que el plan (este debe ser fruto de una colaboración conjunta) y por último, comparte que es muy importante que el líder sea capaz de ver a las personas dentro y fuera de la empresa no como competidores o seguidores sino como colaboradores y creadores de nuevas ideas, aprendiendo a ser transparentes con los demás sin tener miedo a mostrarse vulnerable.  

Tanto Humane Instituto de Negocios como la Consultora (Humane Consulting Group) vienen desarrollando una importante y potente metodología en torno al trabajo colaborativo. Lo consideran una competencia invaluable para el líder moderno.

Humane declara que esta competencia exige la habilidad de unir el propio esfuerzo con el de los demás, siendo capaz de integrar los talentos de las diversas personalidades del grupo y sabiendo generar a su alrededor ambientes de colaboración, comunicación, confianza, validación y respeto mutuo. Un líder así brota de un profundo conocimiento de sí mismo, como también de una sana autoestima que le permite valorar a los demás con libertad. Por último, el líder posee una gran capacidad de comunicarse asertivamente y de negociar con flexibilidad con diversos grupos y personas.

Un líder colaborativo genera en el ambiente del grupo de trabajo la confianza, comunicación y apertura necesaria para que cada uno encuentre su lugar y aporte decididamente desde sus propias capacidades y limitaciones al objetivo común. Cada parte es necesaria e importante. La analogía que usó San Pablo para hablar de la Iglesia (2), se puede emplear perfectamente para hablar de la importancia de cada uno en el trabajo, en vista a la consecución de los objetivos de todos: unos son ojos, otros cabeza, otros manos. La mano no le puede decir al ojo: ¡no te necesito! Ni tampoco el ojo le puede decir a la mano: ¡no te necesito! Todos somos necesarios desde nuestro puesto y tarea en la construcción de la meta común. Así lo entiende el líder colaborativo y por eso es capaz de integrar los talentos de todos.

1.        Ver https://www.ted.com/talks/lorna_davis_a_guide_to_collaborative_leadership?language=en

2.        I Corintios 12, 1-31