Cualquier talento que tengas o capacidad que se te haya dado y que hayas desarrollado tiene un componente social que no puedes olvidar. ¿Qué quiero decir con esto? Digo que si has recibido un talento es para desarrollarlo y buscar como poder ayudar a los demás.

Tu vida no la has recibido para vivirla de manera individual y solitaria. Lo mejor en ese sentido sería que te vayas a vivir a una isla perdida en medio del océano para que nadie te moleste. La vida junto con los talentos que has recibido te ha sido regalada para que tú también la ofrezcas a los demás.

Un líder para el siglo XXI requiere ser profundamente persona y ser persona es entender que tu componente relacional es intrínseco a tu ser. ¿Esto qué significa? Significa que solo puedes ser persona si vives en relación con los demás y especialmente en relación de amor y comunión con los otros.

Un líder para el siglo XXI entiende perfectamente que nació para colaborar con los demás. Que su éxito no puede ser individual sino que tiene que colaborar para que junto con él otros también alcancen el triunfo en sus vidas y profesiones.

Un líder para el siglo XXI entiende con claridad que lo que construya tiene que tener un impacto social positivo y generador de valores que permitan el desarrollo de todos. Su valor personal dependerá de su capacidad para transformar en primer lugar su vida, luego su trabajo, su barrio, su ciudad, su país y porqué no, también el mundo.