Posterior al hito marcado para la humanidad con el COVID 19, la logística en todos los departamentos de una organización se volvió un pilar fundamental a fortalecer; en el plan estratégico de una empresa para los siguiente 5 años deben tener objetivos como mejorar el nivel de servicio en la entrega al cliente, utilización adecuada de los recursos y al final tener rentabilidad en un escenario de incertidumbre; con esta introducción las empresas deben ser ágiles con metodologías y contar con ejecutivos que estén dispuestos a crear valor en este camino incierto. 

En cualquier modelo de negocio que estemos involucrados, sea de bienes o servicios, enfocados a otro negocio (B2B) o enfocados al consumidor (B2C), el correcto movimiento de los recursos será fundamental para conseguir que no se fugue la rentabilidad de la empresa. El consumidor inconscientemente fortaleció su manera de exigir a las empresas que cumplan con sus necesidades, el indicador tradicional de satisfacción al cliente en la actualidad es tan sensible, debido a que ahora este consumidor tiene opciones digitales para pedir su producto a un clic; cualquier empresa que quiera entrar a este reto de satisfacer a nuevos clientes debe contar con una solución que tenga los principios de cadena de abastecimiento integrada, en el cual una persona con formación en la rama de logística podrá entender la importancia de no escapar detalles (E2E).

En esta nueva manera de operar en las organizaciones o empresas, se vuelve fundamental contar con un profesional o recurso que tenga claramente los principios como integración, rentabilidad, optimización y finalmente la colaboración; habilidades blandas muy marcadas en un mundo disruptivo y muy exigente; este profesional es un administrador de la cadena de abastecimiento con enfoque de planeación integrada del negocio (IBP).